Nos encontramos ante otra fábula de Ana María Matute, esta vez ambientada en un pueblo del norte español, Oiquixa. En él viven sus habitantes divididos, en dos mundos totalmente disjuntos. Por un lado, los pescadores del Barrio de San Telmo. Por otro, las familias acomodadas de kale Nagusia. Entre estas están Kepa Dovar y su hija, Zazu. De aquellos es Ilé Eroriak, un joven dado por loco y que sólo es amigo de Anderea, el dueño y artesano de un pequeño teatros de marionetas en San Telmo.
Pero este ambiente tranquilo viene a enrarecerlo y removerlo un personaje que un´buen día baja de un velero en el puerto: Marcos. Marcos se hace amigo de Ilé Eroriak, contraviniendo el parecer de todo kale Nagusia que lo tiene por uno de los suyos. Y también conoce a Zazu y se enamora de ella. Esto, es lo que llevará al desastre a Zazu, que también se enamora de él. Y en el medio, Ilé Eroriak será quien siga, pobre loco, con su amigo Anderea, jugando con los muñecos del teatrillo de su amigo.
Una novela sobre la soledad y sobre la incomprensión, que, personalmente, no me ha gustado. Dicen que Ana María Matute es una de nuestras mejores escritoras del siglo XX. Yo siento no estar de acuerdo. No me gustan las fabulaciones, ¡qué le voy a hacer!. Mi nota: 5.
El Sargento Pepper y su Banda de Corazones Solitarios 